Historia

Los inicios

Fachada de Cervecería Polar Planta Antímano.
Al finalizar la dictadura gomecista, Venezuela se disponía a vivir nuevos tiempos. Fue entonces cuando el joven abogado caraqueño Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury se incorporó al negocio familiar al hacerse socio principal de Mendoza y Compañía, empresa dedicada a la fabricación de velas y jabones. Allí encontró el terreno fértil donde sembrar la semilla de un estilo propio, caracterizado por un espíritu emprendedor, intuitivo, entusiasta y siempre orientado a la excelencia.
A pesar de ser una época de grandes dificultades, el poder creativo de un grupo de hombres dedicados a aquella fábrica supo salir adelante bajo el liderazgo de Mendoza Fleury, hombre conocedor del mundo, con una destacada trayectoria como diplomático y empresario.
Justo al estallar la Segunda Guerra Mundial, Mendoza Fleury tuvo la idea de establecer una compañía cervecera junto a Rafael Lujan y Karl Eggers. El proyecto implicaba grandes riesgos, pero comenzó a hacerse realidad cuando el barco que transportaba desde Europa la primera paila de cocimiento logró cruzar el océano para llegar finalmente a Venezuela, en la Navidad de 1939.
Poco más de un año después, el 14 de marzo de 1941, se iniciaba la historia de Cervecería Polar, con un capital totalmente venezolano, en la pequeña planta de Antímano, al oeste de Caracas.
La iniciativa daba sus primeros y tímidos pasos hasta que, luego de una serie de coincidencias y gracias a un anuncio de solicitud de personal publicado en la prensa caraqueña, el 01 de enero de 1943, ingresó en la empresa Carlos Roubicek, un joven checoslovaco de origen judío, quien había emigrado a Ecuador tras la ocupación militar de su país por Adolfo Hitler. Este maestro cervecero consiguió así, a los 26 años de edad, más que un trabajo, un proyecto de vida.
Cuatro meses después de su ingreso, Roubicek planteó la necesidad de cambiar la fórmula del producto, pues detectó que el consumidor deseaba una cerveza más refrescante. Así logró reformular la Cerveza Polar, adaptándola al gusto del consumidor, impriéndole un cuerpo y sabor inigualables. Esto la llevó rápidamente a ocupar el primer lugar en la preferencia de los venezolanos.

Distribución de Polar en los inicios.
Desde los mismos inicios de Cervecería Polar, cuando apenas producía unos 30 mil litros mensuales y contaba con 50 trabajadores, hubo que enfrentar la competencia agresiva de unas 14 marcas, para lo cual se emplearon dos elementos clave: un producto de extraordinaria calidad y un equipo de ventas con ímpetu y garra suficientes para sortear las pruebas que el mercado de entonces imponía.
Si bien la rigurosidad con la que los maestros cerveceros elaboraban la Cerveza Polar había sido determinante en el éxito del producto, también lo era una estructura de distribución eficaz que garantizara el crecimiento sostenido del mercado y la capacidad de satisfacer a los clientes.
Nace entonces, en 1948 y bajo la supervisión de Juan Lorenzo Mendoza Quintero la primera compañía comercializadora de los productos de Cervería Polar De esa manera, se hizo posible la sólida conformación de la estructura de ventas y distribución que llevó a Cervecería Polar a alcanzar el liderazgo que hoy mantiene.
Crecimiento
Llega el año 1950 y arrancan las operaciones de una segunda planta cervecera, esta vez en Barcelona, estado Anzoátegui, en el oriente del país; al año siguiente, se suma otra en Los Cortijos, en Caracas complementando la producción ya insuficiente de la Planta de Antímano. Estos hitos fueron muestra de la actitud pujante de hombres como Mendoza Fleury y su hijo Juan Lorenzo, que apostaron por la prosperidad de Venezuela y de este negocio, en medio de escenarios políticos complejos. En 1960 se sumaría otra planta cervecera en Maracaibo, para atender el occidente del país.
Contando para entonces con tres plantas cerveceras en operación y siendo las hojuelas de maíz uno de los ingredientes fundamentales de la exitosa fórmula ideada por Roubicek para la Cerveza Polar, la empresa decide construir su propia planta procesadora de maíz en Turmero, estado Aragua, con el fin de sustituir la importación y autoabastecerse. Esta decisión sería un paso determinante en el posterior desarrollo del negocio de alimentos.
Primero fue el gran éxito de cerveza Polar y de Malta Polar, bebida sin alcohol que apareció en 1951 y que luego se denominaría Maltín Polar. Después, la creación de la emblemática Harina P.A.N. por Luis Caballero Mejías, un conocido ingeniero mecánico venezolano, quien inventó a mediados del siglo XX el procedimiento industrial de la harina precocida denominada harina de masa de maíz o Masa de Maíz deshidratada. Luego Mejías traspaso la patente de su invento a Empresas Polar, que lanza al mercado el famoso producto Harina P.A.N. en 1960. Para esa época la arepa, el plato típico del venezolano a base de maíz pilado, corría el peligro de desaparecer de los hogares por su laboriosa preparación, en un país que comenzaba a experimentar cambios en su ritmo de vida.
Este innovador producto, creado por el espíritu emprendedor y creativo de Juan Lorenzo Mendoza Quintero y el maestro Carlos Roubicek, marcó un antes y un después en la mesa del venezolano, al industrializar la harina precocida de maíz, haciendo mucho más rápida y sencilla la preparación de la arepa.
Juan Lorenzo Mendoza Quintero fue el gran visionario que apoyó con su entusiasmo y convicción el crecimiento de Cervecería Polar y el desarrollo de Harina P.A.N., pero en ningún momento perdió de vista su prioridad: la gente. Desde muy joven se interesó por hacer el bien a las personas, dentro y fuera de la empresa.
Es así como, preocupado por el bienestar integral de los trabajadores, propuso la creación de la Asociación Civil sin fines de lucro “El Puntal”. Esta iniciativa estaba destinada a fortalecer la acción social que ya venían desarrollando las diferentes instalaciones de la empresa en sus localidades, tanto para los trabajadores y sus familias como para la comunidad.
En 1962, a sus 35 años de edad, Juan Lorenzo Mendoza Quintero afirmaba: “en la vida todo se puede construir y hacer, siempre y cuando sea para el bienestar general”.
Un profundo sentimiento de confianza en la gente y amor por Venezuela inspiró en él iniciativas y proyectos que le iban a permitir ser útil al país y cumplir así uno de sus principios de vida. Ese mismo año, Juan Lorenzo moriría repentinamente dejando muchos sueños inconclusos.
Ante esta circunstancia, su padre, Lorenzo Mendoza Fleury, debió retomar la dirección de la empresa. En esos años, el crecimiento continuó de manera organizada y racional; se incorporaron nuevas instalaciones en puntos estratégicos del país y se amplió el portafolio de productos al incluir nuevos rubros como aceite de maíz (1966) y alimentos balanceados para animales (1967).
Liderazgo con sensibilidad social
El 1969 fallece el Dr. Mendoza Fleury. Es entonces cuando le corresponde asumir la dirección a su otro hijo, Lorenzo Alejandro Mendoza Quintero, quien tuvo que dejar su profesión de médico psiquiatra para dedicarse al fortalecimiento de la organización. Su gran misión sería dar continuidad a la filosofía empresarial que colocaba al hombre como prioridad, siendo este su norte para la toma de decisiones y fijación del rumbo. Ejemplo de esto fue la creación del plan de jubilación para los trabajadores, en 1972.
Lorenzo Alejandro Mendoza Quintero también impulsó la idea de construir un gran complejo cervecero en el centro del país, que le diera una fortaleza determinante a la compañía. Con esta decisión, asumió grandes riesgos y puso a prueba la capacidad de Cervecería Polar para convertirse en líder del mercado. Contando con el apoyo de un destacado equipo de profesionales, Mendoza Quintero colocó la primera piedra el 5 de diciembre de 1975.
Teniendo como premisa que la empresa privada, además de generar empleo y prosperidad, también debía involucrarse de manera directa en promover la calidad de vida de las comunidades, es creada en 1977 Fundación Polar, conocida a partir de 2006 como Fundación Empresas Polar, institución consolidada como referente indispensable de acción social en el sector privado venezolano.
Leonor Giménez de Mendoza asume desde el primer día la presidencia de esta fundación, donde ha puesto al servicio de Venezuela su vocación social, con entrega permanente y genuino compromiso. Fundación Empresas Polar ha contribuido en gran medida con el desarrollo integral de la sociedad venezolana, a través de programas propios o apoyando valiosas iniciativas de terceros en áreas consideradas prioritarias.
Por esta razón, su trayectoria ha sido reconocida dentro y fuera de Venezuela, como ejemplo de profesionalismo en el campo social. Lorenzo Alejandro Mendoza Quintero concretaba así dos de sus grandes sueños: la creación de Fundación Empresas Polar y la construcción de Cervecería Polar Planta San Joaquín, en el estado Carabobo que comenzó a operar en 1978.
Su paso por la organización estuvo íntimamente asociado la madurez que este grupo de compañías alcanzó durante los años setenta y primera mitad de los ochenta. Es el período durante el cual la cultura Polar adquirió rasgos definitivos. Con él surgió una nueva concepción corporativa que se constituiría en la base fundamental para la posterior conformación de Empresas Polar. El crecimiento continuó en esos años con la incursión en los negocios de arroz (1986), pastas y helados (1987).
En febrero de 1987 muere Lorenzo A. Mendoza Quintero y le corresponde tanto a su viuda, Leonor Giménez de Mendoza, como a la viuda de su hermano, Morella Pacheco Ramella, encargarse de la conducción de la empresa con un enorme sentido pragmático, en acuerdo constante con la junta directiva y contando con grandes colaboradores que estuvieron siempre dispuestos a brindarles apoyo. El papel de ambas fue clave para mantener el norte hasta asegurar que el relevo generacional estuviera preparado para colocarse al frente de la organización, lo que ocurriría en 1992.
Hacia una nueva etapa
El mayor legado que dejaron esos hombres y mujeres a los futuros líderes de la organización, fue el conjunto de valores y principios fundamentales que supieron transmitir con el ejemplo a todos los que formaron parte de la empresa desde sus inicios. El compromiso a largo plazo con el bienestar del país y su gente, hizo posible el surgimiento de la corporación industrial de alimentos y bebidas más importante de Venezuela y una de las principales en América Latina.
Luego de la desaparición física de Lorenzo A. Mendoza Quintero, miembros de la tercera generación de la familia fueron incorporados a la Junta Directiva y, pocos años más tarde, asumieron posiciones ejecutivas. Desde 1992, Lorenzo Mendoza Giménez y Juan Lorenzo Mendoza Pacheco lideraron un complejo proceso de consolidación accionaria, que le permitiría a Empresas Polar adecuarse a los tiempos por venir. Trabajaron juntos y arduamente con la orientación de la junta directiva, enfocados en tres aspectos relevantes: Reinversión Continua, Visión de Largo Plazo y Excelencia Operativa.
En 1990 salió al mercado la primera producción de vinos Pomar, abriendo un importante capítulo en la historia vitivinícola del país. 1991 fue el año del cincuentenario de Cervecería Polar, que fue celebrado por toda la organización con una nueva identidad corporativa: Empresas Polar.
Durante los actos de celebración, se anunció que en los terrenos donde había funcionado la primera planta de la empresa, se construiría una obra social de alto impacto para la comunidad de esa populosa parroquia caraqueña. Es así como, cuatro años después, abrió sus puertas el Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano (Cania), institución que hoy es modelo en el manejo interdisciplinario de la malnutrición infantil.
En 1993 comienza una nueva era para la organización al sumar el negocio Refrescos, con la adquisición de la compañía Golden Cup, que hasta entonces solo cubría el centro del país con dos pequeñas plantas. Este primer paso se consolidaría tres años después, en diciembre de 1996, mediante la alianza estratégica acordada con el socio internacional PepsiCo. Así nace lo que hoy se conoce como Pepsi-Cola Venezuela C.A.
1996 marca el comienzo de las actividades del negocio de alimentos en Colombia. Hoy cuenta con oficinas en Bogotá y con una planta productora de harinas precocidas de maíz, avenas y arepas listas para comer, ubicada en Facatativá, población cercana a la capital colombiana.
Somos Empresas Polar
Gracias al pleno entendimiento y alineación que ha existido siempre entre los accionistas, fue posible que al cabo de siete años de trabajo, en 1999, se concluyera la consolidación accionaria que dio paso a la evolución organizacional más relevante vivida por Empresas Polar hasta ese momento. Lorenzo Mendoza Giménez es designado como responsable de un importante proyecto de reorganización que incluyó la primera estructura organizativa integral de Empresas Polar, que entró en vigencia en julio de 1999.
Por primera vez se establecía una estructura corporativa que integraba a todos los negocios, orientada a facilitar el cumplimiento de la estrategia fijada por la organización.
Entre los acontecimientos más relevantes de esos años figuran: construcción de dos grandes plantas de Pepsi-Cola Venezuela en Caucagua y Maracaibo (1999), adquisición de Mavesa (2001), incorporación de los productos Quaker y Gatorade (2002), aparición de la identidad Alimentos Polar (2003) y la ampliación de la Planta Limpieza en Valencia, estado Carabobo (2009), que duplicó su capacidad de producción.
En 2009 se inaugura el Centro de Desarrollo Deportivo Empresas Polar, en San Joaquín, estado Carabobo. Allí más de 200.000 niños y jóvenes practican diversas disciplinas de forma organizada.
Y en 2010, Alimentos Polar anuncia la instalación de una planta de yogures en Venezuela, mediante una alianza con el Grupo Leche Pascual, de España.

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